pablo

pablo

martes, 11 de marzo de 2014

Capitulo 2.



hoy: Peter Lanzani como el Lanzado
Agustín Sierra como el tímido.
 



 

Ian está con un chico. El otro está a cuatro patas e Ian le está dando con ganas. Lo penetra con fuerza mientras le da azotes en las nalgas y le dice jadeando.

--te gusta, eh, viciosillo…

Ian se relaja en la cama.  El chico lo observa con pasión.

--te puedo pedir un favor?

Ian no dice nada, mueve la cabeza haciendo que sí.

--es que tengo un amigo que tiene un problema. Tiene 21 años y aún es virgen.

Ian se le ríe.

--¿virgen a los 21? No puede ser.

--No seas malo, está muy acomplejado.

--¿tan feo es?

--No es llamativo pero no es feo. Lo que pasa es que es muy tímido. ¿tú no le harías el favor?

--si no es muy feo, bueno –dice con indiferencia—hace mucho que no lo hago con un virgen y me da morbo. Además hay que ser generoso.

Ian habla con simpatía. Al chico le gusta mucho Ian. No piensa en nada serio con él porque sabe que Ian no quiere nada formal pero está dispuesto a hacer todo lo que le pide él. Ian se levanta totalmente desnudo.

--voy al baño, si me preparas algo de comer podemos repetir. ¿Cuándo quedamos con tu amigo?


Ian sale de la habitación desnudo y se topa con el chico del problema. Ian no le presta atención pero el chico siente una fuerte impresión al ver a ese guapo chico desnudo y se desmaya. Ian lo mira divertido.  Ian, desnudo, lo toma en sus brazos, lo deja en la cama.

--¿Seguro que no se muere si me acuesto con él? –dice riendo.

 

Ian se ha puesto los bóxers porque el chico tímido siente mucha vergüenza.

--si no me quieres ver desnudo pues va a ser difícil que lo hagamos.

Los dos chicos son compañeros de piso y tienen confianza.

--se puede quedar un rato mirándonos para ver si se anima. Yo le dije que saliera de su habitación pero no quiso.

Ian agarra otro cigarro. Hace que no con la cabeza.

--¡¡No me gusta hacerlo con público¡ --dice él brusco.

Ian mira al chico tímido con profundidad.  Le saca las gafas. Lleva ropa antigua pero no se ve mal.

--No eres feo, podemos pasar un buen rato los tres pero tienes que querer. Yo no tengo ganas de estar con una niña.

Ian se muestra algo frío pero eso lo hace más excitante para los dos amigos.

--Ian es el mejor para desvirgarte

El tímido está nervioso pero le gusta mucho Ian.

--si, lo haré.

Ian mira hacia sus partes genitales y les dice sonriente.

--Yo aún no estoy listo. Tendréis que esperar un rato.

Y los amigos están dispuestos a esperar lo que sea. Agasajan al chico como si se tratara de un rey. Le traen de comer, bebidas. Se quedan al lado de él. El tímido no habla porque le da demasiado vergüenza. Ian no sabe bien si el chico se animara pero llegado el momento, a la que tiene la verga de Ian en la boca, el tímido se vuelve loco. Ian se queda tumbado en la cama, con los brazos haciéndole de almohada. Desnudo, a merced de esos dos chicos. Ian sonríe con cara de pícaro mientras le hacen ese trabajo que él disfruta. El tímido está descubriendo algo que le gusta y no quiere soltar la verga de Ian. El otro se acerca a Ian e Ian juega con el sexo del otro. Luego el chico se clava en Ian mientras Ian va besando y va acariciando al chico tímido. Le gusta dar placer a esos dos chicos, ver que los dos lo desean, que los dos disfrutan. Le hace sentir muy hombre.  Ian finalmente se coloca sobre el chico virgen al que rompe el culo. Ian es delicado, él no siente dolor sino el placer más intenso que ha tenido en su vida. Aunque sabe que sólo es sexo, es un momento mágico para el tímido. Llora de felicidad. Es algo que le sorprende a Ian y le incomoda un poco. Mientras se clava en él le va diciendo:

--es sólo sexo, chico. No nos volvemos a ver –jadea.

--Ignacio, me llamo Ignacio –gime él.

--No me importa. No somos nada, ni siquiera amigos.

Ian lo besa para que se calle e Ian sigue con su trabajo. A la que se viene en seguida se levanta y se prepara para irse.

--¿ya te vas?

Ian les guiña el ojo.

--estoy cansado. Se me va a hacer tarde. Ya me habéis exprimido bastante.

Ignacio está en shock. No es capaz de decir nada.  Ian se va vistiendo. Va lento y eso hace que los dos amigos admiren la belleza de ese chico tan guapo. El más lanzado lo va acompañando a la puerta.

--sé que no quieres nada serio pero ¿no lo podías repetir?

Ian le guiña el ojo al chico. Sonríe pícaro y dice:

--Si queréis puedo venir otro día pero vengo con mi primo. Así nos podemos divertir los cuatro.

--se parece a ti?

--Es igual a mi pero más joven. Tiene 18 años.

--¡os esperamos mañana¡

Ian no dice nada. Se va, ni siquiera se despide de esos chicos con los que se ha divertido. Ni siquiera cuando uno de ellos ha perdido la virginidad en sus brazos.  Ian se va alejando del lugar. Se la ha pasado bien pero su sonrisa se le borra en seguida.

 

Una sonrisa y una pose seria son su aliado para no pensar en lo vacía que es su vida. Llega a su casa.  El primo Joaquín está solo en casa, se está masturbando tranquilo frente a su ordenador. Ian le sonríe.

--tío, un día de estos mi vieja de pilla. No cuesta nada cerrar la puerta.

Joaquín no dice nada. Sigue a lo suyo. Los primos tienen mucha confianza.

--mejor hoy no te la hagas.

--Hace dos días que no chingo –jadea el chico-- y como tú no me quieres dar lo que necesito.

Ian se sienta sobre la cama.

--No vuelvas con lo mismo.

Joaquín se levanta. Se sube el bóxers. Se sienta en la cama con su primo. Le pone la mano en el muslo y lo mira excitado. Ian se aparta. No le gusta sentir el deseo de su primo.

--No me gusta ir de rogón con tus amigos. Contigo me la paso bien. Si tú me estrenaste, no veo porque no podemos seguir haciéndolo.

Ian se acerca a su primo. Le pone la mano en los hombros. Lo mira fraternal.

--ya sabes que no me gusta que recuerdes esto.

Joaquín está muy excitado.

--yo gocé.

--pero yo estaba borracho.

--¡no tanto¡ --se queja Joaquín.

Los dos se sonríen picaros.

--pero no está bien. Somos primos nos hemos criado como hermanos. Tú estás a mi cargo.

--a mi eso no me importa.

Joaquín se levanta. Trata de tocar a Ian pero Ian no se lo permite.

--a mi sí. Yo te ayudaré mientras aprendes a espabilarte tú solito pero no quiero que vuelvas a hablar de esto ni conmigo ni con nadie.

Joaquín asiente. Los primos se abrazan con cariño. Ian sabe que su primo no siente amor por  él, que mientras tenga sexo no le importa con quien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario