pablo

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martes, 11 de marzo de 2014

CAPITULO 1


Juanito es un chico sin familia. Siempre ha sido un niño solitario, con problemas. Le han puesto la etiqueta de raro pero nadie ha definido qué le ocurre. Se ha criado sintiéndose abandonado, traicionado por la vida. Además es gordito y siempre se han burlado de él. Nunca ha tenido amigos, pareja. A sus casi 27  años sigue siendo virgen. Está amargado. Ni siquiera sabe lo que es un beso. Sueña que algún día llega a su vida ese príncipe azul que lo rescate de su vida llena de amargura. Su diario es su único aliado.

Diario de Juanito,

30 de mayo

Hoy se me ha cumplido el sueño que tenía desde la primera vez que fui al psiquiatra hace ya más de cuatro años. He conocido al macizo de los psicólogos. Con él cualquiera no se cura. Lástima que es un  hecho puntual, a lo mejor no lo volveré a  ver y me da pena. Me han propuesto entrar en una terapia (estudio para la depresión) y él tiene que decidir si entro o no (bueno él me hace la entrevista no es el jefe). Lo más seguro es que me digan que no, con mi suerte… y en todo caso y de ser que sí no creo que él sea quien la haga. Así que seguro que no lo vuelvo a ver.

 

He hablado con él por móvil. Me ha dicho que me esperaba. Se veía simpático, joven. No imaginaba que fuera tan guapo. Es de tipo como los que a mi me gustan, de los que me muero si puedo ver desnudos cuando voy a la piscina. Es de esos chicos que si veo que van a las duchas cuando yo aún no iba a ir los sigo sólo para contemplarlos en todo su esplendor. Es un sueño de hombre. Ha sido una muy agradable sorpresa cuando me lo he encontrado ahí esperándome. Lástima que había otra chica sino hubiera estado perfecto. Me hubiera encantado hablar con él de temas amorosos-sexuales. Lo de sexual es un decir ya que la única experiencia que tengo es en solitario pero me hubiera encantado hablar con él de eso. Igual que me encantará darme placer con esa mano que ha tocado él. Sí, me ha dado la mano. Buf, hace siglos que un chico y más un chico guapo no me da la mano. Casi me desmayo. Hemos pasado juntos dos horas. En un momento en el que no tenía ninguna ilusión me ha venido muy bueno. Sólo el actor Pablo Martínez, mi payasito de Casi Ángeles me da ilusión para vivir. Por él comencé a ir a terapia,  quise ser como él que iba a terapia. Ahora hace mucho que no sale en la tele y eso me duele. Por cierto, no sé si es que estoy loco pero mi psicólogo se parece mucho a él. Se llama Ian. Se me ha presentado y hasta tengo un papel con su nombre, su apellido y su firma. Es delgadito. Más o menos de mi estatura. Cabello más claro que el mío. Lleva barbita de varios días que lo hace muy atractivo. Me ha encantado porque, a parte de estar muy bueno, es súper simpático. Muy amable, muy atento. Hemos estado hablando como dos amigos. Se ve muy cercano. Ha sido muy lindo pasar tanto rato con él. Nunca había pasado tanto rato hablando con un macizo. Ojalá lo vuelva a ver pero sólo por este rato el tratamiento ya me ha ayudado. Hoy me ha hecho sonreír y tengo un subidón… la chica comentaba, puntualizaba alguna cosa pero la mayor parte del tiempo era una conversación entre él y yo. En algunos momentos hemos estado a solas.

Son demasiadas cosas. No es una conversación para recordar pero me ha gustado. A veces puntualizaba algo. Me pregunta si me preocupa alguna parte de mi cuerpo y yo no entiendo si quiere decir si algo no me gusta. Hombre estoy gordo, tengo los genitales como los de un niño y eso me amarga. No sé qué decirle. Se lo pregunto.

--todos tenemos alguna parte del cuerpo que no nos gusta –me dice.

Pues no entiendo que no le puede gustar a él de su cuerpo si es perfecto.

--¿notas alguna olor que los demás no noten? –me pregunta.

¡pero qué clase de pregunta es esa¡ Se me queda una cara.

--sí, es una pregunta extraña –me dice muy simpático.

Sonríe en algunas ocasiones y me encanta.

 

Me comenta de qué va el estudio que están haciendo, que no sabe si yo entraría en el programa ya que mis problemas son más bien de toda una vida y no de un hecho concreto que me haya provocado depresión que es lo que miran aquí. Espero que sí, que lo vuelva a ver. Si no me quedo con esta tarde, la mejor de mi vida. Es un recuerdo bonito y que no quiero olvidar. Gracias a él me siento feliz. Sería tan bonito volver a verlo.

--si volvemos a quedar sería el próximo jueves a esta hora –me dice.

Así que supongo que la siguiente cita sí será con él. Primero me da la mano ella. Él se levanta y me vuelve a dar la mano (me la había dado en la presentación). Después de compartir dos horas con él ha sido muy bonito que me diera la mano.

--gracias por todo  --me dice él.

¡¡Gracias a ti por existir¡ Eres lo más bonito que me ha pasado en la vida. Ojala se lo hubiera podido decir. Es un chico muy majo que me gustaría tener como amigo y ya no digo como pareja.. Yo estoy demasiado agitado.

--te dejas el saco –me dice.

Yo salgo que estoy saltando, tengo el corazón que me sale de la garganta. Yo esperaba el bus y han salido ellos. Yo he suspirado. Nos hemos saludado. Me habría gustado que él se acercara a mí pero me hubiera desmayado. Me ha gustado volver a verlo y fijarme en su culito. Los jeans los lleva un poco caídos y se le ve el culo aplastado.


Tomaban el mismo bus que yo pero me ha dado vergüenza y he tomado el primero que salía y he ido a parar a la otra punta.

 

No me ha costado encontrarlo en facebook: Ian Gaitán King. Sólo hay dos fotos  y no muy buenas pero estoy muy contento de poder mirar fotos suyas, que no esté sólo en mis recuerdos. En una está muy contento con un chico ¿el novio? No estaría nada mal. Me gustaría que algún día pudiera hablar con él de temas sexuales. Tiene 25 años. Ha sido un momento muy especial el que he vivido con él que me ha hecho sentir un fuego dentro mío que espero que me ayude a tirar hacia delante. Espero volver a verlo. La próxima semana lo sabré.


 

Son las tres de la mañana y no tengo sueño. Cada vez estoy más ansioso pensando en Ian. Llevo horas suspirando por él y mirando sus fotos. Bendito facebook, es el invento del siglo. Es increíble como nos acerca a la gente. Es increíble que me sienta así por una visita al psicólogo. Me siento como si me hubiera pasado algo bonito pero es que él es especial. Es la primera vez que hablo (y en especial tanto rato) con un guapo y se me ha hecho muy cercano. Todos los psicólogos dan la mano pero yo no siento que me haya dado la mano un psicólogo. A mí me la ha dado mi amigo Ian, alguien con el que he pasado un muy buen rato y para mi es muy especial poder tener una foto que será un recuerdo imborrable de un día mágico.

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